Reseña: Easy - Tammara Webber

Título: Easy

Autora: Tammara Webber

Año de Publicación: 2012

Idioma: Inglés
N° Páginas: 316

¡ Próximamente en Español !

Una chica que cree que confiar puede estar mal, las promesas están hechas para estar rotas y la lealtad es una ilusión. Un chico que cree que la confianza es relativa, las mentiras pueden enmascarar un dolor insoportable y la culpa es eterna. ¿Podrá lo que encuentren en el otro validar sus conclusiones o rechazará todo?

Cuando Jacqueline sigue a su novio de varios años a la universidad de su elección, lo último que espera es una ruptura. Después de dos semanas en estado de shock, ella se despierta ante su nueva realidad: es soltera, asistiendo a una universidad estatal en lugar de un conservatorio de música, es ignorada por su círculo de amigos y siendo acosada por el hermano de fraternidad de su ex y reprobando una clase por primera vez en su vida.

Su profesor de economía le da una dirección de correo electrónico de Landon, el tutor del curso, quien le demuestra que ella sigue siendo la misma chica inteligente que siempre ha sido. Mientras que Jacqueline se interesa más por su tutor que por una calificación mejor, sus respuestas burlonas hacen que el sentimiento parezca mutuo. Sólo hay un problema: sus interacciones sólo son a través de correo electrónico.

Mientras tanto, un chico en su clase de economía le demuestra que vale la pena la primera noche que se encuentra con él. No es nada como su ex popular o su tutor inteligente: Lucas se sienta en la fila de atrás, dibujando en su cuaderno y mirándola fijamente. En un club, él desaparece después de varios bailes que la dejan ardiendo. Cuando él le pregunta si la puede dibujar, a solas en su habitación, ella acepta, esperando más.

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"Nunca había notado a Lucas antes de esa noche. Fue como si él no existía y de pronto, estaba por todas partes."

Les presento a Jacqueline.

Está en su primer año de Universidad. Es una chica inteligente, simple. Toca el contra bajo, da tutorías a niños de primaria y está enamoradísima de su novio. 

Quería ir a una Universidad que tuviese que ver con Artes: Julliard, eso era lo que le decía  su mentor. Pero ella decide ir a una Universidad que para nada se especializa en música.

¿La razón? Al entrar ahí, ella y su novio desde hace tres años, podrían estar juntos. Como todas estas chicas estadounidenses, se dijo "no quiero una relación a distancia". Así que lo siguió. Incluso tomó una clase de Economía para estar con él. Debo decir que aquí odié el libro un poco... ¿Cómo tan co-dependiente? No es que yo sea una insensible pero... oye! es tu vida mujer, sigue tus sueños y no los abandones por un hombre...

Pero el primer capítulo del libro nos cuenta que Kennedy —su novio—, ha terminado con ella, le ha roto el corazón, la ha hecho dejar abandonado sus estudios por supuesto que no quiere seguir asistiendo a la clase que comparte con él. ¿Quién en su sano juicio lo haría? y la ha dejado completamente sola.

Y así es como conocemos a Jacqueline: sola, sin los que solían llamarse sus amigos y con el mundo que se le viene abajo.
El día de Halloween es así como comienza el libro asiste a una fiesta y queda como la Conductora Desginada para su amiga Erin. La amiga desaparece en la habitación de su novio, así que ella decide irse de la fiesta y partir a su dormitorio, ella sola.

GRAN ERROR.

Buck es uno de los amigos de su ex novio, está ebrio, muy ebrio: Cuando ella intenta abrir la puerta, él aparece por detrás y la empuja contra el asiento, su rostro aplastado.Lo único en la mente de este chico de Fraternidad es acostarse con ella y no está dispuesto a escuchar un no por respuesta... incluso si eso significa violarla.

Pero Buck no logra hacer nada, porque alguien lo saca de un tirón de encima de Jacqueline y comienza a golpearlo hasta que queda tirado en la calle, gimoteando. Ese alguien es un chico al que Jacqueline no conoce, pero, al parecer, él si la conoce a ella: Cuando la deja en las puertas de su dormitorio, luego de que ella se niegue a llamar a la policía y denunciar a Buck, ella le entrega su Tarjeta de Estudiante para abrir la puerta y él ve su nombre... pero cuando se despide, no le dice Jacqueline, la llama Jacquie, el sobre nombre que ocupaba su ex con ella.

Ella entra su dormitorio, la realidad de lo que acaba de pasarle comienza a penetrar su cabeza pero decide no contarle a nadie, se lo deja todo para ella.

Es así como ese intento de violación se convierte en su secreto. Suyo, del chico misterioso que la salvó... y de Buck.

Y mientras intenta superar lo que vivió, se da cuenta de que no puede lanzar su vida por la borda solo por un hombre: Ha faltado a clases, ¡FALTO A UN PARCIAL DE MEDIO SEMESTRE! y si no hace algo lo antes posible, va a reprobar. Esa sería la guinda que adornaría su gran primer año de Universidad. 

Así que, decidida, va a clases, evita sentarse junto a Kennedy y cuando está en la sala, es cuando lo ve. A él. El chico que la salvó después de la fiesta. ¿Es compañero de ella? ¿Por qué nunca antes lo vio? Porque no tenias ojos para nadie más que para Kennedy. ¿Qué hace? Lo ignora.

Y después de clases, después de hacer dobles esfuerzos por ignorar al chico misterioso y a Kennedy, decide ir con su profesor, exponer su caso y pedir —rogar— por una segunda oportunidad. Y su profesor accede a darle otra oportunidad, pero debe tener un tutor, Landon, que la ayudará a ponerse al día con las dos semanas a las que ha faltado a clases y con el proyecto que debe entregar para poder salvar su asignatura.

Le escribe a Landon En un comienzo le parece fanfarrón y cree que se burla de su necesidad de un tutor. Ella le responde dándole a entender que es tan inteligente como cualquier persona... y él cambia inmediatamente el tono de sus correos: entretención, risas... ¿está ligando conmigo?... Pero Landon no tiene rostro, nunca lo ha visto: sólo tiene sus correos que cada día espera con más ansias. Unas ansias que la hacen preocuparse.

Un día en el pasillo, ve al chico misterioso hablando con una chica. Se queda cerca para poder escuchar la conversación y cuál es su sorpresa cuando la chica lo llama "Lucas". Al fin tengo su nombre... pero no es para mí: Lucas no toma atención en clases, se la pasa dibujando en su cuaderno y de vez en cuando lo pilla mirándola. Él es un chico malo.

Y luego de encontrárselo en una fiesta, de bailar y de sentir cada palmo de su piel, pone en marcha con su amiga Erin el plan de "Atraer al chico malo". Pero sólo lo hace como una etapa, un escalón para poder olvidarse de Kennedy. Pero Lucas tiene secretos, un pasado y cicatrices que lo acompañarán siempre. 

Con el paso de los días, ella seguirá esperando los correos de Landon, comenzará a encontrarse con Lucas y Buck la buscará de nuevo, dejándola en ridículo y con el cartel de "prostituta"colgado al cuello frente a toda su Universidad...

Y el secreto que guarda desde un principio, llegará a tocar  a alguien a quien conoce. Y tendrá que unir fuerzas para enfrentarse a una mentalidad cerrada, a un machismo increíble que no recibe razones para así poder estar tranquila, tan tranquila como estaba antes de que el mundo comenzara a temblar bajo sus pies. 

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Debo decirlo: de fácil... poco tiene. Es una historia que va más allá del tipo drama Juvenil , de peleas entre amigas y cosas con poca validez. Por el contrario, es un libro que toca un tema crudo, te habla de amor, habla de Lealtad, promesas y confianza, amistad pura y de como las cosas de la vida te hacen crecer, aunque sea de golpe. Y te deja pensando mucho tiempo después de haberlo cerrado. (Es por eso que lo catalogo como libro del limbo: porque incluso ahora lo sigo pesando y meditando).

Disfruté de cada una de las páginas que avanzaba del libro... lo devoré como loca, engullí hoja tras hoja y pasé por una montaña rusa de emociones en la que, increíblemente, no lloré y fue peor, porque muchas veces quedé con un nudo en la garganta que se me hizo mucho más difícil de sobre llevar que un buen llanto.

Me pasó algo que me pasa con muy pocos libros —y creo que fue lo que hizo que me gustara tanto—... quise y entendí a cada uno de los personajes: Me gustó la entereza de Jacqueline, la forma en que creció y maduró paso a paso, la valentía de Lucas/Landon y su "corazón coraza", la sabiduría del Dr. Heller, el corazón gigante de Erin, el mundo cerrado de Kennedy porque lo hizo un poco más real, menos "chico guapo perfecto" e incluso la despreocupación de los padres de la protagonista. Y porque no era una despreocupación en toda regla, sino que dejaban ser a su hija, la dejaban libre y daban por hecho muchas cosas. Eran papás reales, de esos que te encuentras en la vuelta de cualquier esquina y no esos padres perfectos o totalmente abandonadores que suelen crear en los libros. 

Cada uno de los personajes tiene vida, siente y respira. No son sólo creaciones del cosmos que danzan de página en página: cada situación tiene su razón de ser, cada lágrima tiene un sentido y las decisiones tomadas tienen su precio. 

Me gustó que tocara un tema que he visto otras veces en libros, pero que nunca lo han sabido desplegar: Siempre se van en demasiado dramatismo y no suelen explotar a más de dos o tres personajes, cuando mucho y cuando lo hacen bien.

Pero Tammara Webber supo, como digo yo, "hacerla de oro", porque hiló todo y lo hizo bien: No se enfocó solo en el drama-amor y logró que esa línea divisoria entre los dos no se marcara tanto.

Me dio una dosis de amor empalagoso que me hacía suspirar tanto como me hacían morderme las uñas los encuentros con el maldito de Buck. 

Me dio escenas de amistad que me hicieron ver algo real y no una amistad de esas básicas y tontas que se basan sobre vigas de papel; una amiga que supo ayudar a afrontar el dolor y a sacar adelante a Jacqueline, con la que la frase "te doy mi hombro para apoyarte" se me aparecía a cada rato en la cabeza. ¿Cuántas veces hemos visto amistades así de buenas en libros Juveniles? Muy, muy pocas.

Incluso Benji con su lengua inteligente y su genialidad "gay" siempre he dicho que los amigos gays son lo mejor que hay ayuda con su pequeño-gran granito de arena a que esta chica se convierta en alguien fuerte al final de la historia. 

Mostró una relación con unos padres que aparecían a goteras, los que incluso se van de viaje cuando su hija les dice que pasara Acción de Gracias con su amiga y que ni siquiera verifican que lo que se les dice sea cierto. Liberales, papá liberales que no tenían una soga puesta al cuello pero a los que sí les hacía falta tener al menos uno de esas radios que se les deja a los bebés cuando son pequeños, para saber si están despiertos o no. 

Me mostró lo loco y desesperado que puede llegar a estar un ser humano cuando se ve amenazado y que no escatima costos de ninguna índole con tal de poder salvarse el pellejo...  y de que existe realmente gente fría de cabeza y con un corazón de piedra que pueden llegar a ser realmente crueles.

Y lo más importante de todo: Hizo que me enamorara del amor. 

No se va a arrepentir de leerlo, créame.

Se los merece: 5/5


¡Beeeeeesos!